Théoxanne es el símbolo de las personas que anhela devolverle la vida a los dinosaurios. Entre las proyecciones, que los niños ponen en los dinosaurios, está el anhelo de encontrar aquella figura donde se combinan la fantasía, la magia, y lo imposible con la fuerza, el poder, el control y la ferocidad. Miguel Olguín Lacunza, profesor de la UNAM de México, escribe: “El niño trabaja en todo momento para tratar de entender cómo es que funciona este mundo. De hecho, para el tercer año de vida ha construido una realidad que le permite entender que hay un mundo real y un mundo de fantasía, aunque no siempre tiene claridad sobre la frontera entre uno y otro. De los tres a los siete años los infantes ya conocen muchas cosas del mundo real, además entienden que tienen sueños mientras duermen y son capaces de jugar a ser alguien más. Dibujan o construyen con materiales lo que saben del mundo y sus pensamientos les permiten imaginar cualquier cosa”. Para el niño, todo lo que el pueda imaginar, existe. Continúa diciendo Miguel Olguín: “Los dinosaurios se convierten en un medio para ejercitar la imaginación, que en realidad es una estimulación del pensamiento simbólico y a través de él poder entender la realidad”. A través de la imaginación, el niño desarrolla la capacidad de crear imágenes en su interior. Recordemos que, la imágenes interiores tienen la capacidad de gobernar, dirigir, sanar o enfermar la psique. Según sean la imágenes que habitan en nuestro interior, así será la fuente de nuestros conflictos internos. El trabajo terapéutico profundo consiste en transformar las imágenes que habitan y pueblan nuestra alma.
Era un campesino muy supersticioso. Las cosechas le habían ido bien y otro campesino, lleno de envidia y resentido, le dijo un día: El fantasma de mi abuelo se te va a aparecer a partir de esta noche. Te prevengo, porque mi abuelo era un hombre de genio atroz. Seguro que su fantasma tiene la misma furia. ¡Ten mucho cuidado con él! Esta noche, cuando el campesino iba a dormirse, se sobresaltó en la oscuridad de su cuarto. Aterrado, vio flotando en el aire, la faz desvaída, pero enfurecida, de un fantasma. Encendió la luz, presa de la angustia, y no pudo dormir en toda la noche. Esa misma escena se repitió por varios días y el campesino estaba al borde de la desesperación. Tal era su zozobra que fue al monasterio del pueblo y le expuso al lama lo que le sucedía. El lama escuchó con suma atención. Buscó en un baúl y sacó una fotografía, amarillenta de tan vieja. Mira bien esta fotografía, campesino – dijo el lama. En la fotografía se veía el rostro desdibujado de un anciano. Este era mi abuelo. El hombre más feroz que nadie haya conocido. Su fantasma es terrible, verdaderamente terrible. Mi abuelo era un hombre colérico hasta la brutalidad. Su fantasma, yo lo he visto, es mucho más irritable que fuera mi abuelo en vida. Ahora yo voy a hacer un encantamiento para que el fantasma de mi abuelo se ponga a tu servicio. Cuando aparezca el fantasma del abuelo del campesino que quiere perjudicarte, le lanzas contra él al fantasma de mi abuelo. Te aseguro que el fantasma de mi abuelo lo va a destrozar y nunca más volverás a ser molestado. Ahora vete tranquilamente. Ya veo que va contigo, para custodiarte y ayudarte, el fantasma de mi abuelo. Llegó la noche. El campesino supersticioso se fue a la cama. Apagó la luz. De súbito, se presentó el fantasma que le venía hostigando desde hacía días. Lanzó contra él el fantasma enfurecido y muy violento del abuelo del lama. Fue una pelea tremenda, en la oscuridad hermética del cuarto del campesino. El fantasma del abuelo del lama se impuso en la pelea, golpeó brutalmente al otro fantasma, le redujo y le humilló. Le exigió el juramento de que jamás volvería a molestar al pacífico campesino y el fantasma, avergonzado, lo juró. Pasaron los días. Nunca el campesino volvió a ser molestado por el fantasma. Muy agradecido llevó algunas verduras al lama. El lama le dijo: Ahora quiero que durante unos meses medites tal como te voy a enseñar. Así esclarezcas tu mente y apacigües tu corazón. Debes hacerlo todos los días. Regresa dentro de medio año. Te espero. El campesino meditó todos los días. Fue esclareciendo su mente y procurando ecuanimidad y paz a su corazón. Alcanzó un grado notable de realización y, al cumplirse el medio año, acudió a visitar al lama. El lama percibió un cambio interior sobresaliente en el campesino, al que se le veía muy tranquilo, centrado y dueño de sí mismo. Ya veo que has seguido mis instrucciones fiel y asiduamente. Así es, venerable lama. Pues ahora estás preparado, amigo mío, para que te diga que nunca conocí a mi abuelo. Estupefacto el campesino preguntó: ¿Y la foto que me enseñaste? No tengo ni idea de quien pueda ser – repuso el lama. Estaba en el baúl cuando me hice cargo de este monasterio. ¿Entonces, por qué me contaste esta historia? Muy simple. Te di un fantasma imaginario para que luchara y venciera a otro fantasma imaginario. Ahora has madurado y puedo hacerte la confidencia. Con una mentira superaste otra mentira. No dejas de meditar ni un sólo día. Que seas muy feliz y contribuyas a la felicidad de los otros seres. Añadió el Maestro: la imaginación descontrolada es una trampa peligrosa. La imaginación es la capacidad que tiene un individuo para idear o concebir en su mente imágenes que, pueden o no coincidir con la realidad. La capacidad de crear imágenes es de suma importancia en el desarrollo psicológico de las personas. En la creación de las imágenes intervienen tanto la memoria como el recuerdo. Todo lo que un individuo puede llegar a imaginar está relacionado con una experiencia previa; es decir, con algo que ya se ha vivido antes. De ahí que, se afirme: “No hay nada en la imaginación del adulto que no haya hecho parte antes de la vida e imaginación del niño”. Muchas personas sufren de trastorno de la imaginación. ¿En qué consiste? Mario Arrimada, psicólogo, define la patología de la imaginación en los siguientes términos: “Las psicopatologías de la imaginación, también denominadas como engaños perceptivos, son un conjunto de psicopatologías en las que una persona percibe una serie de imágenes que son productos elaborados en su mente, aunque los experimenta como si fuesen reales”. Las personas que sufren de este trastorno dan por hecho que, la información que les llegó es verdadera y auténtica, no se dan la tarea de verificarla en la realidad. De esta forma, las personas terminan envueltas en grandes conflictos. Las distorsiones de la imaginación pueden producirse por el consumo de sustancias que alteran la consciencia. La información que nos llega, en estos casos, es falsa. Con frecuencia, más de la que quisiera, llegan a consulta personas que, después de una experiencia, donde han consumido algunas sustancias, percibieron, vieron o imaginaron situaciones de su vida que, al tomarlas por verdaderas, han causado un grave daño en la psique, en las relaciones y, en la vida. Muchas veces, el afán de aliviar los síntomas termina arrastrándonos a experiencias y situaciones que, en lugar de ayudarnos a crear orden, terminan desordenándonos y arrastrándonos hacia la oscuridad. Mario Arrimada, psicólogo, habla del trastorno de imágenes anómalas o pseudopercepciones. “En esta subcategoría de las psicopatologías de la imaginación se incluirá un grupo de imágenes mentales anómalas que pueden llegar a confundirse con percepciones reales, puesto que su procesamiento en el cerebro es bastante semejante al de una percepción auténtica. Dichas imágenes poseen una de las dos particularidades que se mencionan a continuación: La primera es cuando se producen en ausencia de unos estímulos que las pueden activar o desencadenar. La otra es cuando se activan o mantienen sin que el estímulo que produjo dicha imagen ya no esté presente”. Théoxanne es el símbolo de las personas que, buscan ansiosamente una explicación a los síntomas que experimentan. Son los buscadores. Se embarcan en todo tipo de aventuras espirituales intentando encontrar la cura definitiva para sus asuntos. Sin darse cuenta, estas personas alimentan el Ego espiritual. Su vida está sustentada en la creencia de que tienen una conexión especial con la divinidad que los ponga en un lugar fuera de lo común. Hawk Moth conoce muy bien las debilidades de estas personas y aprovecha para akumatizarlas, cuando se frustran en el intento de realizar sus sueños más profundos. Cuando Théoxanne es akumatizada exhibe un ego espiritual sumamente fuerte y agresivo, se siente especial y con un llamado especial de Dios y de la vida. Cuando recuperan la conexión consigo mismas son personas que actúan con mucha madurez no sólo humana sino también espiritual. Escribe John Main: “Nuestra vida alcanzará profundidad y su plenitud humana, cuando comencemos a darnos cuenta de que existir es amar y ser amado, y la meditación es simplemente el proceso por medio del cual entramos completamente en ese misterio de amor” ¡Enamórate! Nada puede importar más que encontrar a Dios. Es decir, enamorarse de Él de una manera definitiva y absoluta. Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación, y acaba por ir dejando su huella en todo. Será lo que decida qué es lo que te saca de la cama en la mañana, qué haces con tus atardeceres, en qué empleas tus fines de semana, lo que lees, lo que conoces, lo que rompe tu corazón, y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud. ¡Enamórate! ¡Permanece en el amor! Todo será de otra manera (Joseph Whelan sj)Francisco Carmona
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