El 26 de abril de 2005, en el centro la metáfora, donde asistía a psicología, en la sala de espera, estaba la invitación a un congreso de psicología organizado por la Universidad san Buenaventura. En el programa había una conferencia titulada: “los campos mórficos y las constelaciones familiares”. Mientras leí el programa, llegó Judith Duque. Le pregunté de que se trataba el tema. Brevemente, me respondió: “los seres humanos estamos conectados”. Entré a consulta. Después, asistí a una invitación a almorzar. Cuando llegué vi que no era el único invitado, había otra persona más. Me la presentaron. Curiosamente, ella había hecho parte del primer grupo de personas que se habían reunido con Ingala Robl para conocer el trabajo de Bert Hellinger. Me explico con detalle en qué consistían las constelaciones y me invito a asistir a Savia para el amor si quería conocer más del tema. Esa mismo noche, asistí por primera vez a una constelación. Me impactó mucho la explicación sobre los órdenes del amor. Ingala Robl era la traductora de Bert Hellinger, había traído a México las constelaciones familiares y, después, a Colombia.
El 10 de junio de 2005, viajé a la ciudad de Girardot, donde había estado ejerciendo como sacerdote y rector de un colegio. Al día siguiente, en el colegio, con un grupo de profesores, ante la insistencia de la rectora del momento, hicimos un ejercicio de constelaciones. Su hija no conseguía trabajo. Ese mismo día, en la tarde, reunido con un grupo de amigas, me pidieron que les contara que eran las constelaciones familiares. Después de escucharme, me pidieron insistentemente que hiciéramos una. Al final accedí. Hice la segunda constelación. Lo que sucedió en Girardot, dio lugar para que fuera invitado, a realizar un taller en Bogotá. El 22 de junio, animado por Nancy Patricia Gutierrez, estaba en Bogota, realizando el primer taller grupal de constelaciones familiares. El 27 de junio del mismo año, cuando salía de la decanatura de la Facultad de Teología y Filosofía de la universidad Luis Amigo, encontré al decano de la Facultad de desarrollo familiar, Renan Darío Gallon. Al verme, me pregunta: Pacho, ¿conoces constelaciones familiares? Le respondí: un poco. Me contestó: estudié porque el próximo semestre va a dar un curso sobre ese tema.
El 1 de agosto del 2005, en la facultad de desarrollo familiar, como materia electiva, estaba dando el primer curso de Constelaciones Familiares a estudiantes de Desarrollo familiar y psicología. Al año siguiente, la decanatura de desarrollo familiar programó de nuevo el curso electivo y el primer diplomado en Constelaciones Familiares. En enero del 2015, el director de estudios de psicología decidió suspender, sin ningún motivo conocido, la realización de los diplomados y de los cursos electivos. Esta decisión hizo que renunciara a la universidad y me dedicará a la consulta psicológica particular y a la formación de Constelaciones Familiares en Ananké; un espacio del cual soy propietario.
El 1 de septiembre del 2006, junto a Inés Alicia Gómez, Catalina Otalvaro y Arlington Muñoz comencé a hacer Constelaciones Familiares en la Universidad Luis Amigo. Nos reuníamos en Bienestar Familiar. Al poco tiempo, dejaron de asistir Inés Alicia, Catalina y Arlington, quedé solo. Asistían a los talleres entre cinco y diez personas. En Febrero de 2008, tuvimos que salir del salón de Bienestar Universitario y trasladarnos a la capilla de la universidad. Cada sábado nos reunimos de 2-5pm. En septiembre de ese año, aparece un grupo de psicólogos que deseaban estudiar constelaciones, nos reuníamos de 5-7pm. Así lo hicimos hasta diciembre del 2014. En febrero de 2015 hasta el momento presente, los talleres de constelaciones familiares se realizan en el auditorio del Complex de las Vegas, donde también funciona el consultorio de Ananké.
En junio de 2015, termine la certificación en Constelaciones Familiares. Fui certificado por Sowelú- México, el centro de estudios de Ingala Robl. Al año siguiente, recibí la certificación en Constelaciones organizacionales por Talen Management de Portugal. Entre el 2018 y 2020 hice certificaciones en Constelaciones Familiares y Trauma con Sowelú y Constelaciones México. En la actualidad, estoy haciendo la certificación en Psicotrauma con la asociación de psicotraumatología de México.
Desde 2017, estoy comprometido con la formación académica de Consteladores Familiares sistémicos y Consteladores de vinculo y trauma. Esta última formación corresponde a las búsquedas propias y al deseo de aportar cada día al bienestar del alma. A medida, que han pasado los años, he podido ir sintiendo que el sentido profundo de la vida en acompañar y ayudar a otros a entrar en contacto con su esencia después de curar el trauma y dar orden a los vínculos. Actualmente, hay una generación de consteladores familiares y otra de vinculo y trauma formados por mí, en Ananké-la fuerza del destino.