Algunas culturas celebran fiestas en honor a los muertos vivientes. Muchos, aferrados a su sistema de creencias religiosas ven en estas fiestas un culto al diablo. A mi parecer, la mirada tendría que ir más allá. Hace años, escuché a una persona decir: “Lo que se no se celebra no se reconoce”. Con todo respeto, quisiera decir que, ver celebrar una fiesta en honor de los muertos vivientes nos ayuda a reconocerlos. ¿Quiénes son los muertos vivientes? Podríamos decir que, los muertos vivientes son aquellos que viven sin esperanza. Dice el Papa Francisco: “La esperanza nos atrae y da sentido a nuestras vidas”. Aquellos que no encuentran el sentido a la vida se sumergen en la adicción o en el placer, son seres que teniendo vida, no saben tomarla y realizarla. Muertos vivientes. También podríamos decir que, son muertos vivientes todos aquellos que decidieron entregarle la vida al rencor, al afán de buscar valoración, los que han puesto su confianza en cosas que sólo inflan el Ego, y vuelven raquítico el corazón, porque no dejan espacio para el amor. Escribe Oscar Wilde: “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo”. La Fe nos recuerda que una vida sin esperanza sólo mira hacia el abismo oscuro de la muerte. De nuevo, nos dice el Papa: “Esta certeza es un don de Dios, porque nosotros nunca podremos alcanzar la esperanza con nuestras propias fuerzas. Tenemos que pedirla. La esperanza es un don gratuito que nunca merecemos: se nos da, se nos regala. Es gracia. Y después, el Señor la confirma, esta esperanza que no falla: Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí (Jn 6,37). Este es el propósito de la esperanza: ir a Jesús. Y al que venga a mí no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado (Jn 6,37-38). El Señor que nos recibe allí, donde está el ancla. La vida en esperanza es vivir así: aferrados a Dios, con la fe como cuerda en la mano, con fuerza, sabiendo que el ancla está ahí. Y esta ancla no falla, no falla”.
Está bien, ver en el rostro de los muertos vivientes de la presencia del Diablo. Recordemos que, el Diablo es la fuerza que desfigura nuestra naturaleza humana hasta el punto de convertir a quien posee en un ser lleno de rencor, de odio, de soberbia, de todos aquellos sentimientos que no solo endurecen el corazón sino que también arrastran al alma hacia la desconexión, la disociación o la fragmentación psíquica. El demonio es aquella fuerza que nos impide ver nuestros errores y cómo, por buscar valoración, reconocimiento, aprobación o justicia, somos capaces de destruir lo que realmente vale la pena conservar: la vida centrada en el amor. Toda celebración invita a preguntarnos: ¿Cómo estoy viviendo? ¿Qué me arrebata la vida y qué me conecta con ella? Es triste descubrir, al final, que pasamos por este mundo reclamando y nos olvidamos de entregar, de darnos, de vivir. Un hombre le ofreció a su hija de doce años una propina si cortaba el césped del jardín. La muchacha puso manos a la obra con todo entusiasmo, y al anochecer había quedado perfectamente cortado todo el césped... a excepción de una de las esquinas del mismo. Cuando el padre le dijo que no podía darle la propina convenida, porque no había cortado todo el césped, ella le replicó que no le importaba, pero que no cortaría aquel trozo de césped. Intrigado por conocer el motivo, el padre se acercó a examinar el lugar en cuestión y vio que, justamente en el centro de la zona que había quedado sin cortar, había un enorme sapo... La muchacha había sentido demasiada compasión como para atropellarlo con el cortacésped. Añadió el Maestro: sin compasión, a la chica le habría importado más el césped que el sapo. Después de la celebración de los muertos vivientes, los cristianos celebramos la vida de todos los santos. A diferencia de los muertos vivientes: personas que han entregado la vida al afán de ser alguien, de tener prestigio, poder, reconocimiento y valoración, los santos entregaron su vida a Dios dedicándose a superar los ofrecimientos del mundo. Los santos son aquellas personas que lograron entender que, “de nada sirve ganar el mundo entero, sí se pierde el alma”. Veo que, en la mayoría de los conflictos predomina más el deseo de estar por encima, de tener la razón que, el amor, el deseo de servir a la vida y cuidarla. Si encontráramos la forma de poner el amor en un buen lugar en nuestras relaciones, algunos conflictos perderían su razón de ser en la vida. Escribe el Papa Francisco: “Los santos nos invitan al camino de la felicidad, indicado en el Evangelio: Bienaventurados los pobres de espíritu [...] Bienaventurados los mansos, Bienaventurados los limpios de corazón... (cf. Mateo 5, 3-8). El Evangelio dice bienaventurados los que conservan la libertad frente a la posesión de bienes, mientras que el mundo dice bienaventurados los que han puesto la confianza en lo que poseen. El Evangelio dice bienaventurados los mansos, mientras que el mundo dice bienaventurados los prepotentes. El Evangelio dice bienaventurados los puros, mientras que el mundo dice bienaventurados los astutos y los vividores. Este camino de la bienaventuranza, de la santidad, parece conducir al fracaso. Y, sin embargo, el libro del Apocalipsis nos lo recuerda, de nuevo, que los santos tienen palmas en sus manos, es decir, símbolos de victoria. Han ganado ellos, no el mundo. Y nos exhortan a elegir la mejor parte, la de Dios que es santo”. Dios es santo porque ama y lo hace verdaderamente. Escribe un colaborador de rezandovoy: “En cada momento del día, haga lo que haga o esté con quien esté, tengo la oportunidad de responder conscientemente al Amor, desbordante y gratuito, con más amor. Entonces ya no me atraparán las tareas ni siento que la vida se arrastre sin que yo la maneje. Ahora ya es cuestión de dar sentido a lo que hago respondiendo a la experiencia de Dios en mi día a día. Puede que esa respuesta pase por una entrega total en una misión enorme, tal vez en otro estado de vida. Pero probablemente se trate de entregar todo lo bueno que soy y tengo. ¿Cómo acojo este Amor y me puede ayudar a crecer y dar sentido profundo a mi vida? Parece fácil, pero es nuestro día a día donde nos jugamos nuestra misión y nuestra respuesta auténtica a todo lo que Dios ha desbordado en cada uno simplemente porque nos ama, y yo lo he descubierto. Hoy, sin más dilación, se te entrega esta oportunidad de responderle a Dios. Ojalá puedas decirle: Hoy yo me ofrezco a amar. Dime cómo puedo ofrecerte todo el amor que tú me das. Tus manos son como semillas que se transforman para dar. Hoy yo me ofrezco. Hoy yo me ofrezco a amar”. Es increíble la cantidad de horas muertas que muchas personas tienen al día en sus vidas. Llamo horas muertas al tiempo que empleamos en lamentarnos porque las cosas no salieron como las proyectamos, al tiempo que dedicamos a lamentarnos por los fracasos que se presentaron en el camino, por las relaciones fallidas y las heridas emocionales que nos acompañan. Son horas muertas el tiempo que dedicamos a crear cizaña en las relaciones. Son horas muertas aquel tiempo que dejamos pasar sin más, porque no nos atrevemos a dar el paso hacia la vida que queremos vivir y que realmente nos pertenece, porque está en consonancia con nuestro destino. Intentar vivir una vida que no es la nuestra es condenar al alma a vivir muerta en vida. Pon tu palabra en medio de mi vida. Pon mi vida en tu mano, pon tu mano en la voz que ahora digo. Pon el sol en mis ojos, pon tus ojos aquí, en estas preguntas; tus caminos trázalos en los míos. Quiero irme en tu marcha, quiero darles tu música a mis pasos. Estos hombres que veo, que me miran, a los que yo les hablo, que preguntan al pasar por tus señas, son, seguro, el destino marcado de mi vida, mi mano, mi palabra. Ponme de par en par porque te encuentren (Valentín Arteaga)Francisco Carmona
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
Una producción de Francisco Carmona para acompañar a quienes están en busca de su destino.
Haz clic y visita nuestro canal de podcast, podrás escuchar todos los episodios completos.
Haz parte de nuestro grupo de suscriptores y recibe en tu WhatsApp la reflexión diaria.
Escanea o haz clic en el siguiente enlace
Filtrar Contenido
Todos
|