Filósofo, Teólogo y Psicólogo de Profesión |
Acerca de MíFrancisco Javier Carmona Romero. Hijo de Nicanor y Aura. Esposo de Cristina y Papá de Luciana. Durante 22 años fui miembro de una Congregación religiosa, Marianistas. Allí, me formé en ciencias de la educación filosofía y letras, acompañamiento terapéutico, teología e innovación educativa. Me ordene sacerdote. Cuando salí, terminé mi carrera de psicología. Desde 2004, trabajo como formador y Constelador familiar. En el 2018 comencé a desarrollar el tema de vínculo, trauma e identidad asociados a las constelaciones. Actualmente, soy el director de Ananke.
Un Constelador, que se toma en serio su servicio, está en un continuo proceso de reflexión sobre si mismo, sobre sus valores, sobre sus actitudes, sobre sus relaciones con los demás; se preocupa de la confidencialidad, de la actitud compasiva, del respeto incondicional y del no-juicio; además, tiene presente que su propósito es la aceptación de la vida como es y la honra a todo lo que el sistema del consultante ha vivido. |
Francisco - AcompañanteEl 9 de febrero de 1983, cuando era estudiante de décimo grado en el colegio Manuel Uribe Ángel, Envigado, mientras estábamos en clase de física, pidió permiso para ingresar al salón, un sacerdote español, quien miró el tablero, pido permiso al profesor y resolvió lo que el profesor estaba explicando. Después, nos invitó a una convivencia en el colegio Teresiano el sábado 12. En la convivencia, trabajamos el tema de la máscara en nuestra vida. Al final, recibimos una invitación a encontrarnos de nuevo el 12 de marzo. |
Francisco - PsicólogoEn el año 1980, cuando cursaba séptimo de bachillerato, el profesor de matemáticas, a quien todos llamábamos tomasito, para completar su carga académica, tuvo que enseñar estética. Este hombre, al parecer no sabía nada de la materia y decidió enseñarnos psicología. Nos puso a consultar en el libro de Enrique Cerda, una psicología para hoy, los mecanismos de defensa. Fue él quien despertó mi interés por la psicología y deseo de llagar a ser, algún día, profesional en esa área. |
Francisco - ConsteladorEl 26 de abril de 2006, en el centro la metáfora, donde asistía a psicología, en la sala de espera, estaba la invitación a un congreso de psicología organizado por la Universidad san Buenaventura. En el programa había una conferencia titulada: “los campos mórficos y las constelaciones familiares”. Mientras leí el programa, llegó Judith Duque. Le pregunté de que se trataba el tema. Brevemente, me respondió: “los seres humanos estamos conectados”. Entré a consulta. Después, asistí a una invitación a almorzar. Cuando llegué vi que no era el único invitado, había otra persona más.
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Centro de formación y acompañamiento psicológico, terapéutico y espiritual
Ananke, es un proyecto terapéutico y formativo que pretende acompañar a las personas a reconciliarse y entrar en contacto consigo mismas, a encontrar la fuerza, la seguridad y la protección interior para vivir lo que realmente son, para realizar su destino y vivir en sintonía con la imagen profunda de sí mismos que alcanzaron a través del contacto con su alma y el despertar de la consciencia.
Nuestro trabajo se apoya en la visión sistémica y fenomenológica que ofrecen las constelaciones familiares, en la teoría del vínculo y del trauma, la psicología profunda, el análisis transaccional y la sabiduría interior del Corazón.
Ananke es la fuerza que nos guía hacia el Destino; la meta de la vida es ser nosotros mismos. No hay flor de loto sin barro en la raíz. No llegamos a ser sin abrazar nuestra historia, acoger lo que hemos vivido y amar lo que somos.
En la Mitología Griega Ananke es la madre de las Moiras, que son la personificación del Destino. Ananke representa la inevitabilidad, la necesidad, la compulsión y la ineludibilidad.
Nuestro trabajo se apoya en la visión sistémica y fenomenológica que ofrecen las constelaciones familiares, en la teoría del vínculo y del trauma, la psicología profunda, el análisis transaccional y la sabiduría interior del Corazón.
Ananke es la fuerza que nos guía hacia el Destino; la meta de la vida es ser nosotros mismos. No hay flor de loto sin barro en la raíz. No llegamos a ser sin abrazar nuestra historia, acoger lo que hemos vivido y amar lo que somos.
En la Mitología Griega Ananke es la madre de las Moiras, que son la personificación del Destino. Ananke representa la inevitabilidad, la necesidad, la compulsión y la ineludibilidad.
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